Empleado por los mejores maestros doradores del mundo, el pan de oro Manetti devuelve a los suntuosos palacios y a los magníficos lugares de culto su antiguo esplendor y ofrece a los visitantes de hoy la misma experiencia de asombro y maravilla que sintieron quienes entraron en esos ambientes hace siglos. Navegue por la Galería para ver las mejores restauraciones de interiores.
La asombrosa galería de espejos de Versalles, los magníficos salones del Alcázar de Sevilla, los techos dorados de la Basílica de la Santissima Annunziata de Génova y los de la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén y la catedral de La Valeta (Malta), los preciosos estucos de los palacios reales de Turín y Caserta, el esplendor de la Galerie d'Apollon del Museo del Louvre y el Salone di Sant'Andrea del Kremlin, las suntuosas decoraciones de la sala de Catalina en el Palacio Tsaristyno: algunos de los lugares de arte más prestigiosos del mundo tienen en común el pan de oro Manetti, utilizado por los mejores maestros del dorado para devolver su esplendor original a techos, paredes, elementos decorativos, estucos, cornisas, columnas y capiteles.
En todas estas ocasiones, Giusto Manetti Battiloro no se limita al papel de proveedor, sino que acompaña a los restauradores en su trabajo con un asesoramiento especializado, fruto de siglos de experiencia en la restauración conservadora de interiores decorados con pan de oro. Este diálogo es el requisito fundamental para cumplir plenamente tanto los requisitos de protección como los de valorización de un patrimonio histórico y artístico extremadamente valioso.