Historia 1500

1500: los orígenes de la familia

La historia de la que con el tiempo se ha convertido en la empresa líder a nivel mundial en producción de pan de oro y plata coincide con la de una gran familia florentina que, ya en el Renacimiento, practicaba el noble y antiguo arte del batidor de oro, cuya fascinación conquistó incluso a Leonardo da Vinci.

Las primeras noticias acerca de la familia Manetti se remontan a finales del siglo XV. El fundador Matteo vive, junto a sus hijos Antonio y Agostino, en Quinto, zona rural cercana de Florencia. La ciudad, gobernada por los Medici, vive un periodo de extraordinario crecimiento económico y cultural: mientras los banqueros y comerciantes florentinos hacen fortuna en Europa, en la ciudad trabajan Raffaello Sanzio, Leonardo da Vinci y Michelangelo Buonarroti y nacen numerosos nuevos talleres de artistas y artesanos. Entre los cuales están los Manetti.  Su nombre está ligado desde un principio al oficio de batidor de oro, una actividad tan importante en el contexto productivo de la ciudad que logra atraer la atención de las mejores mentes del momento.

Incluso el genio Leonardo da Vinci queda atrapado por la fascinación del milagro de la transformación del oro en hoja: con el objetivo de mejorar las condiciones de trabajo de los artesanos y aumentar la productividad de sus talleres, el gran artista dedica a los batidores de oro una de sus extraordinarias invenciones, una máquina capaz de reducir de 500 a 30 micras el espesor del precioso metal. Quinientos años después de su muerte, en 2019, será precisamente la familia Manetti la que reconstruirá el primer ejemplar capaz de funcionar de aquella obra maestra de la ingeniería mecánica.

A finales del siglo XVI las crónicas nos permiten reconstruir las vivencias del primer miembro de la familia Manetti que obtiene un gran reconocimiento por su actividad. Se trata de Matteo, hijo del mencionado Agostino, al que los historiadores recuerdan como uno de los mejores orfebres italianos de la época. Matteo, tras un periodo de formación en Florencia, en el famoso taller de Francesco di Jacopo da Empoli, se traslada a Roma donde la Basílica de San Pietro es una gigantesca obra, repleta de pintores, doradores, escultores, ingenieros y arquitectos. Aquí trabaja junto a Battino Bologna en la realización de la esfera de oro que completa la cúpula de San Pietro diseñada por Michelangelo.