Historia 1900

1900: La internacionalización

A pesar de dos guerras y un bombardeo, en la primera mitad del siglo XX la empresa creció y ganó credibilidad en todo el mundo. Desde los años 20 la hoja de pan de oro de la familia Manetti brilla sobre los más prestigiosos monumentos de París, Nueva York, Londres y Moscú.

A pesar de dos guerras y un bombardeo, en la primera mitad del siglo XX la empresa creció y ganó credibilidad en todo el mundo. Desde los años 20 la hoja de pan de oro de la familia Manetti brilla sobre los más prestigiosos monumentos de París, Nueva York, Londres y Moscú.

En los primeros años del siglo XX, bajo la guía de Anchise y Adolfo, hijos de Giusto, la empresa prosigue su camino de crecimiento: cuando se traslada a la nueva sede en Via Ponte alle Mosse cuenta con un centenar de empleados y, gracias a los martillos automáticos y a las nuevas tecnologías disponibles a raíz de la segunda revolución industrial es, por primera vez capaz de exportar hoja de pan de oro y de plata a todos los mercados europeos. Tras el primer parón: estalla la Gran Guerra, las fronteras se cierran, los pedidos disminuyen de forma dramática y los operarios son llamados a filas. El hijo de Anchise, Alessandro, que se había trasladado a Estados Unidos para emprender una actividad independiente, con el estallido de la guerra decide regresar de forma precipitada a Florencia para alistarse, y unirse a la defensa de su patria.  Se embarcó en un barco de vapor, durante el viaje contrajo la gripe española y, poco después de su regreso a la ciudad, falleció. Devastado, Anchise se retira de la actividad empresarial con gran pesar por parte de su mujer Emma y de su hija Maria. Mientras tanto, el hijo de Adolfo, Giusto Manetti (1891-1961), se alista en el ejército como Teniente de Caballería en los Lanceros de Mantova. A pesar de tratarse de un oficial de complemento, elige luchar junto a los demás soldados y en 1915, durante la batalla de Monfalcone, resulta herido y capturado por el ejército austriaco, que lo mantiene prisionero durante dos años.

En 1918 regresa a Florencia con la Cruz al Merito de Guerra, la Medalla de Plata al Valor Militar y la firme determinación de tomar las riendas de la empresa familiar. A pesar de encontrarse desarrollando la actividad en la posguerra, en uno de los periodos más complicados de la historia italiana, entre 1920 y 1940 Giusto, junto a su cuñado Guido Macchia, expande la exportación de la empresa y posteriormente innova en la producción (introduciendo en el sector el uso de martillos electromagnéticos en sustitución de los tradicionales martillos mecánicos de ballesta), triplica el número de empleados (que llegan a trescientos) y comienza a exportar a todos los continentes. Bajo su guía la hoja de pan de oro Giusto Manetti Battiloro resplandece sobre el Rockfeller Centre, Versalles, el  Kremlin y Buckingham Palace.

Pero en el horizonte se encuentra otro dramático conflicto. Durante la Segunda Guerra Mundial los alistamientos obligatorios reducen notablemente la fuerza de trabajo y también Giusto se alista como Oficial Superior de Caballería. El 2 de mayo de 1944, probablemente confundida con un depósito de armas, la empresa es arrasada por los bombardeos de los aliados. Es un durísimo golpe, pero gracias a la ayuda de los empleados, Giusto reconstruyó la empresa y en septiembre de 1946 arrancó de nuevo la producción.